Economía global... ¿imaginada o virtual?

La era de la información.
Economía, sociedad y cultura.
Vol. 1. La sociedad red.

Castells analiza el surgimiento de la economía global como uno de los elementos que hacen posible el considerar estar socialmente en red. La economía global existe fuera de cualquier barrera espacio-temporal, el proceso de producción de esta economía se ha deconstruido y simplificado.

Los avances de la ciencia y la tecnología se aplican además a los procesos de información que hacen posible que las barreras se desdibujen, además del proceso de producción, en el proceso de distribución.

No se puede hablar de globalización, ya que por un lado la economía global actual no incluye al total de las naciones, y mucho menos al total de los individuos, aún en las naciones más desarrolladas.

Por otro lado, existen aún varios fenómenos que apelan a la construcción de sentimientos nacionalistas y xenófobos, que aumentan las formas de exclusión social en las sociedades modernas, nuevamente, aún en las más avanzadas.

Desde las políticas proteccionistas, hasta el exacerbamiento de los símbolos patrios, o la segregación racial y/o religiosa; son fenómenos que la sociedad en red, altamente informada, no ha podido solucionar.

Las propias dinámicas de la economía global han beneficiado a un número relativamente insignificante de la población mundial, la concentración del poder, tanto político, económico, y por lo tanto social, sigue manteniéndose en ciertas regiones del globo, y cada vez más, en pocos actores sociales.

Los flujos de información, aunque virtualmente son globales, se concentran en la misma proporción.

Aún cuando la economía global promete oportunidades de trabajo para más individuos, las propias barreras antes mencionadas impiden cualquier desplazamiento masivo y significativo de fuerza de trabajo a “las tierras prometidas”.

América latina es un ejemplo claro de la gran variedad de contextos que tratan de ser parte de la red, buscando estar al menos entre el transito de los nodos. Por otra parte, Africa es el mejor ejemplo de la exclusión.